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Monarch School lleva a los estudiantes a extender sus alas

Dos veces al año, la mariposa monarca migra por Norteamérica. El viaje de primavera dura tres o cuatro ciclos de vida, mientras que el regreso otoñal ve a una sola generación de adultos que viaja miles de millas de regreso al sur de California o al centro de México. La mariposa monarca, la única especie de mariposa que completa una migración bidireccional, tiene una determinación asombrosa. Algo en su interior le dice que nunca se rinda, que extienda sus alas cada mañana y que se apodere del nuevo día.

Podríamos decir lo mismo sobre los estudiantes y el personal de Monarch School.

A pocas cuadras al sur de Petco Park, se encuentra esta escuela pública que va de los grados kínder al 12.º y que está diseñada exclusivamente para educar y apoyar a los jóvenes que experimentan la falta de vivienda, la única institución de su tipo en el país. Monarch School atiende a casi 300 estudiantes sin hogar cada día, proporcionando un espacio seguro donde pueden aprender, jugar y construir caminos hacia un futuro exitoso. El personal de Monarch ofrece educación de calidad y servicios integrales, como crecimiento social, emocional y académico, así como habilidades de vida que ayudan a los estudiantes a prosperar.

“Somos una gran familia”, dice Carter Anderson, director de desarrollo de Monarch. “Si alguien ha trabajado aquí o ha asistido a nuestra escuela, incluso solo durante unos meses, al volver ya forma parte de la familia Monarch”.

Así como la escuela brinda una energía muy necesaria a la ciudad de San Diego, SDG&E proporciona la energía necesaria para mantener sus servicios: lavandería, comidas nutritivas, duchas calientes, programación educativa y aire acondicionado.

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Monarch School

Más que simplemente una escuela

Gracias a una asociación que data de 1987 entre la Oficina de Educación de San Diego y el Proyecto Escolar Monarch sin fines de lucro, la escuela atiende exclusivamente a familias sin hogar y la mayoría de los estudiantes entrantes son remitidos por agentes de caso en agencias locales de servicios sociales. Así mismo, Monarch atiende a unas 250 familias y exalumnos durante todo el año escolar, ofreciéndoles un entorno escolar público combinado con sólidos servicios de apoyo. 

Monarch cuenta con una tienda llamada Butterfly Boutique con personal voluntario, que ofrece una experiencia de compra digna donde los estudiantes pueden elegir artículos de higiene y zapatos y ropa nuevos cada mes. Un espacio secundario a tres cuadras de distancia alberga el recinto artístico The Chrysalis: Monarch School’s Center for the Arts, un centro de arte de 6,000 pies cuadrados que también incluye un teatro de 99 asientos. The Chrysalis (La Crisálida), bautizada en honor a la fase de metamorfosis de oruga a mariposa, es un espacio transformador en el que los estudiantes pueden expresarse libremente a través de la actuación, la música, la danza y las artes visuales. 

Los servicios de Monarch no solo apoyan a los estudiantes, sino que el programa ayuda a estabilizar a las familias de Monarch a través de la gestión de casos, satisfaciendo las necesidades básicas y llevando a los padres a desarrollar habilidades que les permitan ser independientes. 

“Estamos orgullosos de la forma en que Monarch School y sus seguidores empoderan a los estudiantes hacia futuros esperanzadores y prometedores”, dice Jesús “el Chuy” Núñez, director de comunicaciones y compromiso corporativo. “Todos los días, ayudamos a construir un futuro en el que la inestabilidad de la vivienda no defina ni limite el potencial de una persona. Hemos visto el éxito, ya que el 86 % de los exalumnos se han inscrito en la universidad o en una escuela de oficios, o bien han encontrado empleo a tiempo parcial o a tiempo completo”.

Asistencia para exalumnos

El apoyo se extiende a los exalumnos de Monarch hasta los 28 años de edad, con asistencia en finanzas, educación postsecundaria y emplazamiento profesional. La iniciativa, llamada Life Skills (Habilidades de vida), ayuda a los estudiantes a “participar en programas como preparación para el trabajo, alfabetización financiera, pasantías, entrenamiento universitario y profesional, y tutoría”, dice Carter. “En estos programas, nuestros estudiantes desarrollan habilidades esenciales como resiliencia, comunicación y pensamiento crítico. Además, también proporcionamos becas a estudiantes y exalumnos que se gradúan para ayudarles a obtener educación postsecundaria o capacitación vocacional”.

Cuatro de estos exalumnos trabajan ahora en Monarch, y Zaira es una de ellas. Después de que su madre dejóuna pareja abusiva y la familia perdió su vivienda, un trabajador social refirió a Zaira y a sus hermanos a Monarch. Se graduaría poco más de tres años después. Luego de estudiar trabajo social en San Diego City College y en San Diego State University, Zaira regresó a Monarch para realizar una pasantía con el programa de participación comunitaria de la escuela. Después de graduarse de la universidad en 2020, la reconexión le conferiría el puesto de asociada extraescolar en Monarch y, finalmente, un puesto en el departamento de desarrollo de la escuela. En el nuevo puesto, Zaira ha podido ver la escuela desde el interior.

“Mi experiencia en Monarch fue muy positiva”, dice. “Por primera vez, tuve el apoyo que necesitaba: apoyo académico, apoyo emocional, apoyo laboral y ayuda financiera. Dejé Monarch sabiendo que no solo tenía un sistema de apoyo aquí, sino que también podría construir uno en cualquier lugar que quisiera. Finalmente volví porque me di cuenta de lo mucho que había necesitado a alguien que estuviera de mi lado, y tuve la oportunidad de volver y hacer lo mismo”.

"Todos los días, ayudamos a construir un futuro en el que la inestabilidad de la vivienda no defina ni limite el potencial de una persona. Hemos visto el éxito, ya que el 86 % de los exalumnos se han inscrito en la universidad o en una escuela de oficios, o bien han encontrado empleo a tiempo parcial o a tiempo completo."

Jesus “Chuy” Nuñez
Monarch School

Energía interior y exterior

Por mucho que la energía del interior de Monarch aporta dignidad y oportunidades a los estudiantes y familias a los que sirve, la energía de la comunidad ayuda a impulsar la operación. Eventos como los mercados agrícolas y las cenas mensuales sirven como piedra angular de la comunidad, lo que permite a las familias interactuar con los equipos de servicios sociales de la escuela, incluidos los terapeutas de intervención conductual y los terapeutas especializados en traumas. El personal y los patrocinadores a veces utilizan las cenas para presentar premios a estudiantes y recién graduados también. 

“Ver a nuestros estudiantes pasar por la fila para graduarse y dar sus discursos, es algo que me da tanto orgullo”, dice Zaira. “Eso no sería posible sin todo el apoyo que Monarch recibe de parte de empresas e individuos. Ese apoyo se traduce directamente en servicios muy necesarios para nuestros estudiantes y familias, aunque la necesidad siempre está creciendo”.

Nada sería posible sin la energía que Zaira y sus colegas aportan a la escuela cada día, un nivel igualado solo por la energía que irradia cada estudiante. SDG&E ofrece la energía que lo hace posible, desde la electricidad que alimenta el laboratorio de robótica y las luces y bocinas de The Chrysalis, hasta el gas natural para el agua caliente y la cocina. 

Como resultado vemos que la energía fiable genera energía humana. Esto es especialmente cierto entre los estudiantes, cuya energía proviene en gran parte de una experiencia educativa digna. Independientemente de lo que los niños experimenten fuera de la escuela, la experiencia Monarch afirma la dignidad en cada uno de ellos, con ropa limpia, comidas calientes y experiencias de aprendizaje de alta calidad.